Reduce el dolor
La música es un fuerte generador de endorfinas, lo que disminuye el dolor crónico hasta en un 21 %. Son, para tomar un ejemplo, como analgésicos naturales. Esto no quiere decir que disminuya el dolor, sino que genera más felicidad, lo que ayuda a combatir la depresión.
Estimula el cerebro
Los ritmos fuertes, como el rock clásico, ayudan a que la concentración permanezca más aguda y con los pensamientos más alerta. Sin embargo, si optamos por ritmos suaves, crearemos un clima más agradable para concentrarnos. Este efecto, si llegamos a conseguirlo, puede durar incluso más que la música, prologándose durante un rato después de dejar de escuchar música.
Aumenta el rendimiento
¿Alguna vez en el gimnasio te has fijado en la cantidad de gente que lleva puestos los cascos? O directamente hay música puesta de fondo. Incluso antes de un momento crucial, como puede ser un examen, hay gente a la que le gusta escuchar esa canción con la que parece que todo va a salir bien. La motivaciónes uno de los puntos fuertes de la música, siendo un estimulante para aumentar la productividad.
Facilita el sueño
Uno de los grandes problemas que tiene la mayoría de la gente hoy en día es conciliar el sueño y dormir las horas suficientes. La música de baja frecuencia nos puede ayudar a relajarnos y caer rendidos. Esto nos ayudará a mantenernos más saludables y a reducir los efectos de estrés y ansiedad.
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